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Se puede creer que una persona luego de llegar a cierta edad, tendría que estar preparándose para esa larga noche en la que dirá adiós a este mundo. Sin embargo, los tiempos han cambiado y ahora hay cosas más importantes que hacer antes que sentarse a esperar la muerte. Y es que esta señora, con sus 80 años, todavía disfruta las lamidas de coño. No solo eso, es que también adora tener una polla metida dentro de la boca. Parece mentira que eso sea posible, pero lo es. Esta anciana todavía puede follar como si no tuviera que tener cuidado con la artritis y la osteoporosis.