La visita al ginecólogo acabó mejor de lo esperado

Era un caso difícil el suyo y era de esperar que se pasara en prisión unos cuantos años más, eso lo sabía su abogada. Sin embargo a él no le importaba, lo único que si necesitaba con urgencia era sus ansias de follar y metérsela a una buena hembra. Al final su abogada quiso hacerle el favor sabiendo que no podía hacer más por él, por lo que la cosa empezó entre rejas. Se la comió por supuesto, al fin y al cabo era un hombre negro y ya se sabe que tenía una buena polla.
Poco depsués conseguía entrar dentro de su celda, y ahí fue donde llegaron hasta el final. Se la folló hasta correrse en su cara de madura viciosa, teniéndola a ella como abogada no necesitaba ser libre.