No aguanta las ganas de follar con su hijo en la cocina

Esa mujer se creía con el derecho de hacer lo que le diera la gana. Era la encargada, la jefa por así decirlo, solo por acostarse con el director. Y con ese chico nuevo hacía lo que le apetecía, se sentía acosado. Pero claro, la zorra estaba tan buena que era difícil no excitarse con aquello. Allí mismo en el despacho se la metió a esa zorra de 37 años y no paró de follársela hasta que al final se corrió en su boca. A la putita le gustó desde luego, no era el primero de la empresa con el que hacía algo similar, engañaba a su marido con toda la plantilla.