80 años y todavía la abuela quiere follar

Llega de trabajar y lo primero que ve es que la vieja está tomándose unas copas y parece que quiere emborracharse. Él no tiene que interrumpir cuando ella está a punto de ponérsela muy fácil. Cada vez que eso pasa, se queda dormida en el sofá y luego al siguiente día no puede recordar nada. Por eso él aprovecha que su suegra esta borracha para follarla. Le pone la polla en la boca y luego se la pasa por las tetas. La cerda le hace una mamada y luego que la tiene bien firme, empieza a clavar su coño y la hace gozar. Aunque el siguiente día ella no se va a acordar.