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No nos extraña que esta madura se pusiera una toalla en la cara mientras su nuevo y primer amante se la follaba por el culo a placer. Si, no quería ver aquella cosa tan sucia y sin embargo lo estaba disfrutando como una puta cabrona. Como os decimos fue su primera infidelidad y además una infidelidad anal, casi nada joder, esto es el sueño de cualquier tío. Además no le pidió que se pusiera un condón, de hecho seguro que ni lo pensó porque en lo único en lo que estaba pensando es en que ese cabrón descargara todos sus cojones en su culo peludito y recién estrenado.