Una erección que la vieja tiene que aprovechar

Por mucho que el sobrino de esta madura hubiera querido obviar lo que vio, encontrarte a una mujer madurita durmiendo en lencería y con ese culo tan gordo, duro y bien puesto despierta tus más sucias fantasías sexuales. El caso es que la mujer había bebido más de la cuenta y su sobrino intentó sin éxito despertarla, así que ya puestos empezó a toquetearla mientras ella parecía no darse cuenta de nada. Obviamente estaba fingiendo y es que a esas edades ninguna hembra deja pasar la oportunidad de probar una polla joven y vigorosa que es así como diez veces mejor que la de sus maridos.