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El día anterior trabajo mucho, tuvo que hacer muchas cosas y su jefe, quien parece que no quiere tocar a su mujer, se tiene que desahogar con ella. Por suerte, es fin de semana y le toca estar en casa, solo que no puede descansar porque tiene otras obligaciones en su hogar. Ese día despierta temprano porque su hijo la quiere follar. Ella, siendo buena madre, le hace una mamada de polla para que se le ponga dura y luego que está bien firme, deja que penetre su coño en varias posiciones para ser de gusto y sienta que su mamá lo ama como todo chaval merece.