Profesora de 46 años recibe a un alumno en casa

Todo chico ha soñado alguna vez con follarse a alguna de sus tías, y él no era una excepción. Estaba viviendo en su casa y no hacía más que pajearse pensando en ella, por lo que ese día fue a buscarla y consiguió lo que quería. La mujer estaba en el sofá y nada más llegar se sentó a su lado y comenzó a tocarla. Pronto la zorra se dio cuenta de lo que quería y empezaron a besarse apasionadamente, ella se humedeció solo de pensar lo dura que tendría su polla. Se desnudaron y la madura empezó a comerle el rabo mientras su sobrino apretaba sus grandes tetas. El chico descubrió lo peludo que tenía su coño, la guarra no se depilaba y eso le puso cachondo. Le metió los dedos y poco después le estaba metiendo su polla para follársela como tantas veces había deseado.
Fueron varias las posturas que probaron hasta que al final ella se quedó tumbada boca arriba mientras el chico embestía dentro de ella al tiempo que movía sus tetazas con esos movimientos. Un rato después se estaba corriendo sobre su peludo coño. Tras la corrida volvieron a besarse apasionadamente, al fin y al cabo era su tía.