Viciosa española con el amigo de su hijo

Con toda la paciencia del mundo esta ama de casa espera a que su maridito se vaya todos los día a trabajar para avisar a su vecino y que la folle con su pedazo de polla. Es desgarrador ver cómo le entra ese pedazo de cipote que tranquilamente puede ser el triple de grueso que uno de sus brazos. Sin embargo no tarda mucho en entrarle casi hasta el fondo y pese a que ella lo intenta una y otra vez cabalgando, materialmente no es posible que se la clave entera. Aún así nos hacemos una idea del brutal placer que sentirá su amante con tanta presión dentro de ese coño pecador.