Su tía estaba embarazada, pero se la folla igual

Lo extraño de casos como el que tenemos a continuación no es solo que esta esposa musulmana le chupe la polla a un tío para pagar las deudas de su marido, sino que lo haga con tanto gusto y se recree mirando a los ojos de ese tipo sin parar mientras disfruta chupándosela como una condenada. Da toda la sensación de que para ella comer un rabo es como para nosotros degustar un sabroso y fresco helado en plena ola de calor y además el final no puede ser mejor porque se zampará toda la cremita con una sonrisa final que te hiela el alma.