Menuda polla que tienes hijo, sigue dándome

Siempre ha deseado morder la fruta de lo prohibido y nunca se ha atrevido a ponerle los cuernos a su marido por temor a hacerle daño. Pero es que por su cabeza no paran de pasarle fantasías e ideas de como sería hacerlo con un fornido joven que la hiciera suya tan solo por unos instantes.