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Ese día le limpió bien el rabo al chico. Aquella madura si que sabía hacer bien las cosas, como la mayoría de las mujeres latinas. A pesar de sus cuarenta y tantos años sus pezones aun se ponían bien en punta cada vez que estaba excitada, es decir, durante todo el vídeo. Y es que a la guarra le encantaba follar con chicos más jóvenes, especialmente con él ya que era el hijo de su jefe. La guarra no podía negarse, al fin y al cabo su padre le pagaba el sueldo. Pero por otro lado el hecho de follar con el muchacho humedecía su coño maduro.
Primero le hizo una buena mamada, se nota que se le daba bien desde luego. Después se puso de espaldas y el tío penetró su coño desde atrás.
Luego se fueron al sofá de aquél loft que el padre utiliza como picadero y con razón y allí se la siguió follando hasta que vio que se iba a correr, momento en el que sacó su rabo y eyaculó en su boca de zorra.