Tres viejas calientes se llevan por la fuerza a un jovencito para esto

Cuando el jefe le pidió que se quedara un rato más en la oficina porque quería hablar con ella pensaba que la iba a echar a la calle a pesar de que no había hecho nada para ello. Pero cuando la hizo pasar a su despacho en un ambiente muy distendido todo cambió hasta el punto que ella se dejó echar un polvo brutal pensando que tal vez con eso conservaría un puesto de trabajo que no estaba en peligro.