Abuela cae en las garras del incesto

Viéndose en el espejo, no lo puede entender. Una chica de la universidad que apenas aprendió a hablar hace poco, no puede competir con el cuerpo que ella tiene. Mucho menos esas curvas y sus grandes tetas. Entonces no hay razón para que su marido le haya montado los cuernos con ella y que ahora, prefiera estar con esa chica que ni siquiera caderas tiene. Entonces decide que se tiene que vengar y lo hace por venganza con su hijastro. Estuvo un rato follando con él y el chaval pudo darse un gustazo con un coño ardiente y además, manosear sus tetas enormes.