Todavía puede conducir. Lo que le serviría de mucho para ir a hacer sus compras y pasear un rato con sus amigas. Tejer y esas cosas que deben hacer las viejas para no molestar a los que si les queda vida por delante. Sin embargo, sucede que la abuela recoge un chaval en la esquina del barrio para llevarlo a su casa y follar con él. Le da un poco de dinero y luego la degenerada le hace una mamada de polla. Obvio que después de hacer esa guarrada, el chico querrá metérsela dentro del coño y poder correrse. Tiempo que ella aprovecha para intentar tener algún orgasmo.