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Eran amigos y tras haber quedado en la casa de ella parecía que todo estaba fluyendo bastante bien. Tanto fue asi que la mujer acabó tocando el paquete de su amigo hasta sacar su polla y metérsela en la boca. No podía creérselo, pero aquello le gustaba y en realidad se imaginaba que acabaría ocurriendo. El placer que él sintió fue enorme y no tardó en descubrir sus grandes pechos, lo cierto es que eran enormes. Se desnudaron completamente, ella estaba un poco rellenita, pero su cuerpo tenía tantas curvas que a él se la ponía muy dura. Se la chupó un rato más y finalmente mientras ella se ponía encima se la metió.
Estuvieron follando y la zorra de vez en cuando alternaba con mamadas hasta que consiguió sacarle toda la leche a su amigo. Luego dicen que las alemanas son frías.