abuelas que aprovechan cualquier oportunidad

Recuerdo perfectamente cómo me tomaban el pelo las amigas de mi madre cuando era jovencito. Todas se reían de mí porque era incapaz de echarme novia y ahora no hay más que verlas, la mayoría están divorciadas de sus maridos y algunas de ellas van por ahí mendigando que alguien les eche un triste polvo. Yo ya he tenido la fortuna de tirarme a dos y me consta que varios de mis amigos también se han follado a alguna.