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La noche llega y él piensa que dormirá solo. Realmente lo hará, ese plan no va a cambiar. Cuando su mujer se fue a donde sus abuelos y le dijo que no la llamara ni le escribirá porque ahí, no había cobertura, él sintió que estaba exento de obligaciones. Ese plan sí iba a cambiar. Entonces es cuando la zorra de su cuñada se mete desnuda a su habitación y ahí entiende que la tendrá que follar. Por suerte, ella entro con muchas ganas de hacerla una mamada de polla para animarlo y así cualquiera acepta follar un chocho. Es lo único que hace falta, ni siquiera palabras son necesarias.