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Sin duda las hermanas mayores son muy peligrosas si son bastante guarrillas y ya te decimos que esta morena lo es. En realidad su hermanastro pequeño tiene aún más peligro porque es el clásico pajillero que no folla ni pagando, y claro, se pasa todo el día soñando con tirarse a esa madurita tan potente que convive con él. Se podría decir de nuevo que aquí se han juntado el hambre con las ganas de comer y de ahí solo puede salir algo realmente bueno. Pues efectivamente el chaval se comió a su hermanastra de arriba a abajo, pero no fue el único porque a esa zorra no imaginas cuánto le gustaban las pijas de los jovencitos.