Sesenta años y la abuela todavía puede follar como una zorra

Su sobrino no pudo resistirse a los encantos de la guarra de su tía. Desde que la mujer se divorció se ha convertido en una zorra insaciable. Nada más llegar a su casa, donde tenía que pasar unos días con ella, la puta madura empezó a seducirle. Lo intentó todo, pero el chico era tan tímido que no quería lanzarse. Por eso fue la mujer la que lo hizo todo, y desde luego mereció la pena para ambos. El chico no era ningún experto follando, pero ella tenía la experiencia propia de una mujer de su edad. Este es uno de los motivos por el cual es tan recomendable follar con maduras e incluso con viejas.