Tu eres amigo de mi hijo, ¿verdad?

Y lo hizo, vaya si lo hizo la muy marrana, menuda tragada de leche se metió la amiga y además con un gusto que os va a dejar locos. Hay tías que están tan enganchadas a chupar pollas que apenas quieren follar porque se excitan mil veces más amorrándose al pilón como se suele decir. Pues hoy hemos tenido la gran suerte de encontrar a una de ellas, una mamadora nata de las que pierden la vida metafóricamente hablando cuando le comen el rabo a un tío e incluso se le quedan por momentos los ojos en blanco del gusto.