Toda vieja gorda necesita una buena follada

Ella es una mujer casada que vive a mi lado. Siempre que su marido se va a trabajar ella llama a mi timbre, la zorra siempre tiene ganas de follar conmigo y a mi me pone muy cachondo. No le importa ser infiel a su esposo ni le importa que yo sea su vecino y mucho más joven que ella. Lo único que quiere es que se la follen bien, y yo desde luego pongo empeño en ello. Nada más llegar la meto siempre en mi cama, allí mientras nos besamos nos vamos desnudando. A veces la zorra se impacienta, es curioso que sea ella la que más ganas tiene de ir al grano, se nota que es madurita.
Muchas veces me corro dentro de ella, ya que dice que es difícil que se pueda quedar embarazada, pero aun así no me arriesgo. Así que en cuanto terminé le eché toda mi leche en sus nalgas mientras ella me besaba. Que guarra que es, pero me encanta.