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Esta madurita estaba de vacaciones, pero su coño peludo acabó probando un buen rabo francés. Como tantos otros turistas ellos iban buscando coños, y al verla allí sola y siendo una madurita se percataron de que era una «presa» fácil para ellos. Tras hablar un rato con la cuarentona ella les empezó a decir que le gustaba el exhibicionismo e incluso las playas nudistas, todo indicaba que se la iban a follar y no se equivocaban. La invitaron a ir a su apartamento y la zorra aceptó, tampoco tenía mucho que perder. Pero antes de llegar paró el coche, se sacó el rabo y la guarra le hizo una impresionante mamada.
Después de aquella chupada llegaron al destino donde ella siguió mamando a la vez que la desnudaban para dejarle su chocho bien abierto. Después el tío se la metió en su vagina y luego en su culo, haciéndole una de esas folladas anales que más tarde contaría en su trabajo a sus compañeras.