Con 50 años le entra muy fácil por el culo

La verdad es que si tuviéramos la oportunidad de echarle un polvo a la despampanante Kaden Kole no sabríamos muy bien por dónde empezar. Tiene un cuerpazo tan grande y carnoso que apenas podrías abarcarlo con un abrazo y si se te sienta encima y empieza a cabalgarte con fuerza, muy probablemente acabarías en el hospital. Este negro fue listo y lo que hizo fue ponerla en la postura del perrito, agarrarse a sus nalgonas y darle rabo hasta en el carnet de identidad. De esta forma llevaba el control en todo momento porque es lo más recomendable con este tipo de hembras XXL. A ella no pareció disgustarle ser la pasiva en ese polvo, todo lo contrario, ¡lo gozó como una perra!.