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Es cierto que la milf estaba buenísima, pero lo que más cachondo le ponía de ella eran sus pies y sus zapatos de tacón. Estaba realmente obsesionado por ello y cuando la acompañó a casa no hacía más que en pensar lo qeu sería besárselos y lamérselos. Comenzaron a hablar pero su mirada siempre se iba abajo, siempre a mirarle los pies. Finalmente consiguió seducirla y él se desnudó, lo que hizo la mujer fue justo lo que deseaba. Se quitó sus zapatos y comenzó a pajearle con los pies, tuvo una gran erección. Luego ella también se desnudó y hasta le metió sus pies en la boca, pero claro, lo que ella quería era follar.
Poco después de satisfacer su fetichismo se abrió de piernas esperando que se la metiera y comenzó a follársela. A pesar de ser ya una milf la zorra se abría bien de piernas, se notaba lo mucho que le gustaba follar.