La gitana Carmen se lo agradece así

Como buenos fetichistas de las bragas esta anciana nos ha puesto la polla como el mástil de un barco y es que nada como la ropa interior femenina para alimentar las mayores fantasías sexuales de un hombre. Realmente una de las cosas que más nos excitan es meter la mano al igual que hizo este tipo con su abuelita y es que sabes que siempre habrá un tesoro por descubrir y que siempre será maravilloso. Que la toquen en sus partes es algo que a esta mujer (y a todas) las pone a mil y es que la mano de un macho hurgando en sus sexos es infalible para ponerlas calientes.