Al ver esas tetas ya no tenía nada más que pensar

Que un hombre hable con su suegra es habitual, al fin y al cabo su hija es su esposa. Pero cuando la madura fue al baño se encontró con la sorpresa. El tío entró dentro, la agarró del cuello y comenzó a desnudarla. Ella, aunque como casi todas las suegras, ella deseaba al marido de su hija. Sin embargo aquella sorpresa y la brusquedad con la que la trataba era algo que no le gustó demasiado. Comenzó a besarla en los labios, le arrancó la ropa y consiguió lo que pretendía, ya que la vieja se puso muy cachonda. Tanto fue así que nada más sacarse la polla fue ella misma la que se la comió sin necesidad de pedírselo. Y menuda mamada le hizo la puta.
Nada más hacer aquello el tío se desnudó y también le fue quitando más ropa a ella. Tenía unas tetas enormes, pero él se centró en metérsela en su coñito. Estuvieron follando en el baño un rato de forma improvisada hasta que ella misma fue la que propuso ir a un sitio más cómodo. Fueron al sofá y allí se la siguió follando hasta que acabó con una buena corrida interna.