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Para una madura como Sara Jay no es ningún problema no tener dinero para pagar el alquiler del piso. Desde que vimos por primera vez a esta hombre nos enganchamos a ella y siempre nos hemos preguntado cómo es posible que tenga tanta agilidad follando y mueva mover toda esa carne como si nada. En fin, el caso es que todo lo puede arreglar abriéndose de piernas y además en este ocasión triunfó por partida doble porque la polla del casero africano era una puta faltada. Resumiendo se puede decir de que encima de que le salió por la puta cara la renta mensual, se metió entre pecho y espalda un pollón de campeonato.