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Su vecinita estaba demasiado buena como para no intentarlo al menos. Por eso aquél día se atrevió a llamar a su puerta con una simple excusa, pero cuando le abrió la muy zorra lo hizo con su ropa de estar por casa mostrándole su sujetador. Tenía dos tetas enormes y no podía dejar de mirárselas, no es para menos. Fue entonces cuando ella le invitó a entrar, sabía que el tío estaba cachondo y ella iba a aprovecharse de la situación. Nada más entrar y antes siquiera de llegar a la habitación estaba ya comiéndole la polla, la puta estaba ansiosa. Luego fueron a la habitación y allí se desnudaron por completo para comenzar a follar. Se hizo hasta una paja cubana con sus enormes tetas, algo que pocas veces se puede hacer a no ser que sus pechos sean realmente grandes.
Luego se la metió en su coño e hizo realidad su fantasía más morbosa, la de follarse a su vecina tetona hasta que finalmente se corrió en sus grandes tetazas.