Mamá hacía sus ejercicios matutinos

Llega a visitarla una vez a la semana, no puede dejarla sola porque con su edad, termina olvidando cosas y eso es peligroso. No tiene dinero para que alguien la cuide todo el tiempo y entonces lo tiene que hacer él mismo. Lleva algunas frutas y luego de conversar un rato en el sofá, ella le muestra las tetas para que él saque su polla y se deje hacer una mamada. —“Que su madre este vieja no quiere que no pueda follarla”—, dice el hijo quien ya desnudo, solo deja que ella se monte a gozar. Le gusta ver como su coño aún se pone baboso y luego que se corre dentro de ella, la abraza con mucho amor.