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Parece que realmente, esas tradiciones que se están perdiendo, hacen falta. Parece que no se puede experimentar la vida viendo lo que otros hacen en las redes sociales. Ni tampoco aprender cosas vitales mirando tutoriales en internet. Eso demuestra que las cosas hay que hacerlas para sentirlas y también, que se disfruta mucho más la orgia cuando es en familia. Como están demostrando estos cuatro. Ya que comparten pollas y coños para el placer de todos y todas pueden tener orgasmos, además que todos pueden correrse. Es el ejemplo que deberíamos seguir.