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Que una madre y su hijo compartan habitación es algo bastante habitual, normal e inocente. Pero el chico no lo vio así. Mientras su madre de 38 años dormía tranquilamente en la cama él aprovechó para hacer algo que seguramente llevaba tiempo soñando con hacer. Era un tío joven, apenas 19 años, y ya se sabe que a esa edad solo se piensa en meterla sea donde sea.
Aun así su madre estaba tan buena que era irresistible. Se puso detrás de ella en pelotas y comenzó a restregarse con sus bragas, que eran bastante sexys por cierto.
Al rato ya estaba buscando el agujero y su madre se despertó. Sin embargo la tetona de su mamá se lo puso bien fácil, se abrió de piernas y permitió que se la metiera. Y así se lo hizo hasta que el muchacho eyaculó dentro de la vagina materna.