Termina de follar y siempre queda con ganas

Puede que con el tiempo uno acabe hasta los huevos de vivir compartir piso con una mujer ninfómana, pero que te quiten los primeros meses en los que follas a diario y además varias veces si tú quieres y si tu cuerpo te lo permite. Este tipo ha tenido una suerte increíble porque nada más poner el anuncio para compartir su apartamento se presentó una morenaza latina repleta de curvas y que parecía una muñequita de cara. Hasta ahí todo perfecto y de hecho no parecía ni real aquello, pero en cuanto la guarra empezó a comerle la polla entendió que le había tocado la lotería.