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La de pajas que se había hecho este tío espiando a su hermanastra cuando se iba a meter en la ducha, pero no había pasado nada más hasta ese día no porque él no quisiera. Pues se le ocurrió una brillante idea al meterse en la bañera con el agua caliente que había preparado su hermanastra y cuando entró en ropa interior se lo encontró con la polla más dura que una roca. Lo primero fue enfadarse y recriminarle su actitud diciéndole que era un cerdo, pero cuando se fijó bien en la verga tan rica que tenía su hermanito pequeño se le pasó el enfado pero rápido.