Me corrí en el coño de mi esposa

Esta tía parece que tiene encima una buena borrachera o que se ha hartado a pastilla, porque vaya si tiene un sueño profundo. Y es por eso que su marido aprovecha para hacerles todas las guarradas que se le ocurren, ya que despierta no es tan colaborativa. Porque a él le gusta correrse sobre esta madura dormida, y hacer que le coma la polla, los huevos y se trague sus corridas. Y, sorprendentemente, ella nunca se despierta mientras le hace esto.
El mientras se dedica a pellizcarle los pezones, acariciar su clitoris, y hacerse sitio en su boca con su polla dura. Ella se remueve un poco, pero empieza la mamada casi al instante, como si estuviera entrenada para ello. Y, por fin, cuando el marido se ha hartado de sobarla y se siente a punto de explotar, le deja su leche en la cara y en la boca, totalmente satisfecho.