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De saberlo su madre no habría aprobado que el chico pasara unos días en casa de su tía. Y es que el muchacho tiene 18 años y la mujer 56, pero los dos se sienten tentados y atraídos sexualmente hablando. Es el muchacho el que al ver a su tía limpiando no puede controlarse y le toca el culo. Sin lugar a dudas fue el detonante. La mujer se sentó a su lado y poco después se estaban desnudando hasta quedarse en pelotas.
La veterana iba a darle una gran lección de sexo al chico, el cual se ve totalmente inexperto en el tema sexual. Empezó a comerle la polla, pero no necesitaba hacerlo pues ya la tenía suficientemente dura. Después la zorra se puso a cuatro patas y le dijo que se la metiera en su coño, su sobrino obedeció.
Ella controló la situación en todo momento, pero al mirarla a la cara se veía que de verdad la zorra se estaba corriendo y disfrutando de una polla tan joven, del hijo de su hermana.
El chico finalmente se corrió, sacó la verga y le echó todo el semen encima mientras tocaba sus flácidos y maduros pechos.