La latina iba al gimnasio solo para follar

Para la mujer era tal vez algo natural, pero su hijo no lo veía así. Ella estaba totalmente desnuda tumbada en la cama mientras se peinaba cuando llamó al chico. El muchacho se sentó a su lado pero sin atreverse a mirarla. Por un lado sentía vergüenza, algo totalmente normal. Pero por otro lado tenerla en pelotas a su lado hacía que se pusiera caliente y no quería que ella se diera cuenta.
Sin embargo era precisamente la madre la que insistía en que la mirase, que no pasaba nada. De hecho insistía en que la desnudez humana era algo muy natural y no tenía que ser un tabú entre familiares.
La muy zorra supo hacerlo bien, lo único que quería en realidad era follarse a su hijito y vaya si lo consiguió. Le pidió que él también se desnudase y que se tumbase a su lado, tras hacerlo la zorra madura comenzó a masturbar su polla bien dura. El chico estaba cachondísimo, era cuestión de segundos que la penetrase y ambos lo sabían.
La madura hizo un 69 con su muchacho y después le ofreció su coño, el cual penetró sin dudarlo. Tras follar un rato con su madre se volvió a tumbar y ella con sus expertas manos le sacó toda la leche de su joven polla mientras lo pajeaba.