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Esta vez no fue el chico quien irrumpió en la siesta de su tía, no amigos, fue al revés y es que la golfa lo vio ahí dormidito y se metió desnuda en la cama con él. Al principio estuvo pensando en cómo hacerlo para que no fuera muy descarado y se notara que estaba deseando follar con el chico, así que finalmente decidió masturbarse y empezar a gemir para provocar una reacción en él. No tardó en despertarse el muchacho y no podía creer lo que estaba sucediendo a un palmo suya, pero tampoco pensó mucho y como su tío no estaba decidió bajarle el calentón a esa zorra.