Antes de terminar las vacaciones y listos para volver, se nos predio el bombillo y tuvimos una genial idea. Ya estamos cansados de hacernos cargo de la vieja quien siempre quiere tener sexo a cada momento. Posiblemente no sepa lo que hace, ya debe tener demencia senil pero hay que complacerla porque es de la familia. Entonces le trajimos a un africano para follar a la abuela. El chaval no conoce ni el idioma pero al saber que podrá comer sin tener que cazar y correr el riesgo de ser almorzado por un león, estuvo más que feliz de meterle la polla a la anciana.