Era un amigo de su hijo quien apareció por su casa, pero en esta ocasión no buscaba a su colega, más bien buscaba a su madre. Y no es de extrañar, ya que ella es una de esas milfs que todos los jovencitos desean follarse. Puede que alguna de las madres de tus amigos te la hayan puesto bien dura en más de una ocasión, es lo que tienen las maduritas como ella. Mientras la grababa iba detrás de la mujer como un perro en celo, estaba claro que se la quería follar y ella lo sabía.
Así fue como nada más sacarse la polla la zorra de esta madre se agachó y comenzó a chupársela, cosa que grabó con su móvil. Después se la metió en la misma cocina y hasta que no se corrió en su chocho no paró.
No fue la única vez que ambos follaron. Tras haber roto el hielo las visitas a la madre de su amigo eran frecuentes, ya no follaban de forma improvisada, ahora buscaban la cama para tener sexo en condiciones. Además, el hecho de que luego le contase a su amigo lo bien que follaba su madre le ponía más cachondo si cabe.