Prefiero a los jovencitos antes que a mi esposo

Aunque no se ha dedicado nunca a la prostitución, esta vieja se comporta en la cama como si fuera una de ellas. Cada semana aprovecha la visita a su casa de su asistente social para echarle unos polvos de escándalo. Seguro que con tantas ganas de follar, deja al joven exprimido.