Mi madre no tiene desperdicio

Ya tenía ganas esta vieja de pillar un rabo en condiciones, porque estaba hasta el coño de tener que aguantar al cerdo de su marido, gordo y con una polla diminuta babeando por meterla en caliente y ella ya no aguantaba mas. Ha tenido que sacar algo de sus ahorros secretos e irse a buscar un macho como dios manda.