Su hijo no se resiste al ver el chocho pelado de su madre

Vivir solo fue algo que tuvo que hacer, sin embargo, no era algo que quería hacer. Prefería estar bajo la protección de la vieja y que ella se encargara de todos sus problemas, como lo hizo siempre desde que él tiene memoria. Solo que la vida es así de dura y hay que hacer cosas que no se quieren ir. Pero su madre trata de compensar esa infidelidad, ya que una vez a la semana lo visita para follar y es lo que le da fuerzas para seguir. Ella llega directamente a hacerle una mamada de polla y luego que la tiene dura, deja que el siente su coño. Luego lava su ropa y hace la comida de la semana.