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Mira que nos ponen cachondos las maduritas francesas, sobre todo después de haber tenido algún escarceo que otro con mujeres de ese país. Ya solo su acento y su forma de hablar te ponen cachondo perdido, pero si además son guapas y tienen unas tetas como nuestra protagonista, pues ya es el no va a más. El minúsculo bikini que llevaba nuestra siguiente invitada era prácticamente como no llevar nada, ya que se le salían las tetazas por todos los lados y se le veía prácticamente toda la raja del coño, vamos una perita en dulce de 37 años de las que no se ven todos los días.