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Nunca es tarde para tener una polla en tu culo, o al menos eso fue lo que pensó esta vieja ninfómana. Llevaba años sin follar, desde que se quedó viuda, y con su marido siempre lo había hecho de forma «normal», es decir, mediante penetraciones vaginales. Alguna vez le pidió que se la metiera por detrás pero nunca lo hizo. Ella ya se ve mayor y todavía conserva esa fantasía sexual, o más bien, la conservaba. Y es que nunca es tarde, por eso a sus 84 años decidió que era el momento de hacerlo, y ni se lo pensó. Se puso una lencería sexy que había comprado para esa ocasión tan especial y quedó con un amigo para tener sexo, ambos lo tenían claro.
Primero el tío le comió su maduro coño, era mayor la mujer pero aun así lo tenía bien húmedo. Luego ella quiso demostrarle que todavía se acordaba de chupar pollas y le hizo una brutal mamada, pero ya sabes lo que ella quería, por lo que pronto se puso de espaldas en el sofá esperando su tan ansiada penetración anal.
El tío se la metió entera, casi sin esfuerzo, estaba tan caliente que hasta su ano tenía bien dilatado. Toda la follada fue por detrás, hasta que al final se corrió en su ano. Y es que ella aparte de querer ser follada por el culo también quería sentir la leche caliente en su ano.