Recién divorciada usa a su sobrino para desahogarse

Su vecina es la típica madurita mujer casada y con dos hijos. Aun así es relativamente joven y bastante atractiva. Un día de compras se la encontró y ambos se pusieron a hablar. Sorprendentemente tenían mucho en común, en especial a todo lo que se refiere al sexo. El hombre la invitó a su casa y ella aceptó. Su polla se puso dura desde ese mismo momento, ya que sabía que se iba a follar a su vecinita caliente. Desde ese día fue la envidia del vecindario, ya que todos se enteraron de la noticia. Bueno, todos menos su marido.