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El chico estaba duchándose mientras su nueva madrastra de 40 años recien cumplidos limpiaba la casa. Desde luego su padre tenía buen gusto, a pesar de su edad siempre acababa con mujeres más jóvenes, y es que para el anciano una cuarentona era una jovencita. Pero al muchacho le sucedía justo lo contrario, a él le gustaban más maduras, y aquella mujer con esos dos grandes tetas le ponía cachondísimo.
Sabiendo que su padre no estaba en casa salió de la ducha y se acercó a ella totalmente desnudo. La mujer se quedó con la boca abierta, desde luego un chico joven siempre era mejor que un anciano. Pronto estaba chupándole sus grandes tetas y después follándosela como una cuarentona merece ser follada.
Incluso se permitió penetrarla analmente, algo que según luego le confesó su padre nunca se lo había hecho.