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Puede que el hombre no sospechase la cantidad de pelo que ocultaba esta zorra madura, pero desde luego le gustó. Tenía uno de los coños más peludos que se puedan ver en una mujer. Tras años de renunciar a la depilación su pubis y sus axilas estaban totalmente cubiertas de vello. A su marido parecía no gustarle demasiado, pero a ella eso no le importaba. Si su esposo no se la follaba no le costaría mucho encontrar a un amante que quisiera darle sexo.
En esta ocasión se lo hizo con uno de sus amantes, un hombre con un cierto grado de obesidad pero que no le importaba demasiado el tema del pelo, al contrario, le gustaban las maduras peludas como ella.
Después de un poco de sexo oral y tocamientos llegó el momento de la penetración. Meterla en un chocho tan velludo puede ser incluso complicado a veces, pero él era todo un experto. Al final ya supondrás que se corrió sobre todos esos pelos.