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Esta cincuentona antes se separó del marido que practicó sexo anal con él. En más de una ocasión le había insinuado que quería que la enculara porque necesitaba experimentar nuevas sensaciones y quería llevar más allá sus límites en la cama. Lo que él no le dio en sus años de casada se lo ha dado en dos días el hijo del vecino. Su culo ya no es virgen.