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Su madre es la típica madurita que pone cachondos a todos los jovencitos, especialmente a los amigos de su hijo. Sin embargo el muchacho es bastante tímido y no sabe mucho ni de chicas ni de sexo obviamente. Por eso tal vez en aquella ocasión recurrió a su madre, como tantas otras veces. Y es que una mamá está para todo, hasta para enseñar sexo y a follar a su hijo.
Fue lo que podríamos llamar una clase práctica, madre e hijo desnudos frente a frente y preparados para follar hasta el final.
La única condición que puso a su hijo esta madura cachonda fue que se pusiera una goma. Aunque ella ya era cuarentona todavía podía quedarse embarazada, cosa que quería evitar a toda costa. Y es que era probable que un chico sin experiencia tuviera un accidente.
Aun así lo cierto es que le sorprendió bastante, primero fue la madura la que lo hizo todo, pero más tarde el chico quiso llevar la iniciativa y lo hizo bastante bien. Al final se quitó aquella molesta goma y acabó corriéndose sobre las nalgas de su madre, había aprendido una gran lección sin lugar a dudas.